martes, 20 de octubre de 2015

Sabías que...




Desafortunado mensaje.
Cada cierto tiempo reaparece esta imagen en las redes sociales. No voy a criticar a las personas que difunden la imagen, ya que les presupongo las mejores intenciones. Pero las buenas intenciones basadas en premisas erróneas pueden ser peligrosas. A mí, como a los que difunden la imagen, también me duele saber que a día de hoy, en pleno siglo XXI, siga existiendo gente que muere de hambre y sed. Pero no podemos confundirnos a la hora de buscar quien tiene la responsabilidad de que esto ocurra. Como indica el último informe del Banco Mundial, el número de pobres en África ha aumentado en los últimos 20 años. Esto es debido en gran medida al crecimiento demográfico y por la mejora de las condiciones sanitarias. Así que si bien la política no está siendo capaz de frenar el aumento de la pobreza, la ciencia si está cumpliendo su parte. Es gracias a la medicina (vacunas, antibióticos, etc) que los decesos de niños menores de cinco años provocados por el tétanos, la tos ferina y el sarampión han disminuido en un 75 %. De hecho, las cifras podrían ser aún mejores, si las buenas intenciones, basadas en premisas falsas como esta de los grupos ecologistas, no estuvieran frenando la distribución de arroz dorado, se podrían salvar miles de vidas, así como evitar mucho daño, como la ceguera seca o xeroftalmia.

Ceguera infantil provocada por la carencia de vitamina A

Difundiendo la imagen que ha inspirado este escrito, estamos lanzando un mensaje equivocado. El avance en el conocimiento, es la herramienta más valiosa de la que el ser humano dispone, para salvar muchísimas vidas y dar mejores condiciones a un número cada vez más elevado de población mundial. 
Algunos pensarán que el problema es que no se invierte el dinero en la parte de la ciencia en la que se debería. Pero eso es debido al desconocimiento de como funciona la ciencia.
En numerosas ocasiones, por no decir siempre, una investigación lleva a poder desarrollar otra, dando lugar a un avance completamente distinto al objetivo de la investigación anterior. Sirvan como ejemplo estos dos casos. En el primero, la investigación de una proteína para crear huevos bajos en colesterol, acaba sirviendo 20 años después, para desarrollar una terapia que ayude a personas con enfermedades raras. En el otro, el estudio de la fluorescencia en la flor de un cactus, termina sirviendo para mejorar el funcionamiento del sistema inmunitario de un astronauta, e incluso al de los ancianos. 

¿Pero y qué hay de buscar agua en Marte? ¿Qué nos puede aportar la investigación espacial? 
La investigación espacial ha aportado numerosos avances que hoy tenemos en nuestra vida cotidiana, en campos tan diversos como la medicina, informática, ecología y medio ambiente, mejora del transporte o medicina. Aun así existe un peligro invisible para el que no estamos preparados.

Mapa de impactos registrados de solo 20 años.
Esta es una imagen del número de meteoritos que han colisionado con la atmósfera de la Tierra en 20 años, de 1994 a 2013. Como se puede ver es un número nada despreciable. Si bien la mayoría de impactos, son de pequeños cuerpos que se desintegran en la atmósfera, cada cierto tiempo se dan eventos de cierta envergadura como el último de Cheliábinsk en Rusia en 2013, o el de Tunguska en 1908. Gracias a que este último cayó en una zona deshabitada de Siberia, no causó males mayores, ya que la energía liberada fue equivalente a la detonación de 185 bombas como la de Hirosima. El asteroide de 37 metros de diámetro, a una velocidad estimada de 53.700 Kilómetros por hora, calentó el aire a unos 24.700 ºC. Se calcula que 2.100 kilómetros de bosque quedaron arrasados, calcinando 80 millones de árboles, imaginemos que pasaría si ocurriera en una zona poblada.

2.100 kilómetros cuadrados de bosque quedaron arrasados
En cualquier momento se pueden volver a repetir. Si bien existe una red de satélites que vigilan la población de cuerpos en las proximidades de la Tierra, aún es insuficiente y muchos siguen siendo indetectables. Se calcula que deben existir unos 20.000 asteroides con un diámetro superior a 100 metros en las cercanías de la Tierra, solo se tienen registrados 5.200. El número de objetos que orbitan el sistema solar interior es mucho mas elevado del que nos podemos llegar a imaginar. A estos hay que añadir los cometas de corto y largo recorrido, que periódicamente visitan el interior del sistema solar atraídos por la gravedad del Sol.

Cuerpos del Sistema Solar interior.

Lo peor es que aunque un cuerpo que se dirigiera en orbita de colisión hacia la Tierra, fuese detectado con tiempo, teniendo un margen de meses o años, no tenemos desarrollada ninguna tecnología como para destruir o desviar el cuerpo. Apenas hemos aterrizado en un asteroide, con la sonda Hayabusa y en un cometa, con el aterrizador Philea, de las sonda Rosetta. Esta última ni siquiera fue capaz de anclarse en la superficie y perdió el contacto con la nave después de rebotar dos veces en la superficie del cometa. El solo hecho de aproximarse y aterrizar en un cuerpo que viaja a miles de kilómetros por hora, en la inmensiad del "vacio", es toda una hazaña muchísimo mas difícil de lo que nos hacen ver en la películas y en eso estamos aun en pañales. 

Resumen de los 3 aterrizajes de Philae.

La sonda Curiosity, detonante de la aparición de la foto en las redes sociales que encabeza el post,  se encuentra en Marte, no buscando agua, si no las huellas de si la hubo en el pasado. Su aterrizaje supuso un hito en la exploración espacial, ya que se realizó con un nuevo método basado en retro propulsores muy avanzado.
Esa experiencia y toda la acumulada por las diversas agencias espaciales, quizás algún día podría ser útil para hacer llegar una sonda a un asteroide que se aproxime a la Tierra y evitar no sólo la pérdida de vidas humanas, si no incluso una colisión que provoque una extinción masiva, como se cree ocurrió con los dinosaurios. 


Sistema de aterrizaje de Curiosity

Debemos ser cuidadosos con lo que decimos o proyectamos. Si no somos capaces de hacer un análisis crítico y racional de las cosas, podemos estar pidiendo sin darnos cuenta, que se deje de invertir en aquello que algún día pueda salvarnos la vida. Desde luego recortar en ciencia, a pesar de que es recurrente en los politicos, no es el camino para mejorar el planeta y las condiciones de vida de las personas. Esto ha de ser un trabajo continuado, una carrera de fondo, no podemos permitir que la inversión en educación y ciencia sea un capricho del politico de turno.
Por ello yo recomiendo desde aquí, buscar la información en sitios de confianza.
Debemos ser críticos, pero siempre usando buen criterio, para no acabar sin quererlo (a mi me pasa mucho) haciendo el cretino.


Asociación a  la que pertenezco y recomiendo por su labor








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