Estas entradas se pueden leer de forma separada e independiente sin necesidad de seguir un orden concreto, la idea es que cada entrada sea una historia por si misma, aunque a la vez formen parte de una historia global de los personajes Set y Marco. Si nunca has leído una de estas entradas antes, puedes leerte el preludio donde sitúo el principio de la aventura, pero si no te apetece tampoco hace falta, tu mismo.
FLOTA QUE ME CAIGO
Marco
estaba sentado en el sillón, leyendo el tercer libro de la saga
Robots de Isaac Asimov que Megan le había recomendado, se hallaba
completamente absorbido por las aventuras del detective Elijah Baley
y su compañero el robot Daneel Olivan, cuando se escuchó un ruido
sordo seguido de un chirrido, Marco se sobresaltó y miró alrededor
buscando la fuente del ruido. De pronto una sensación en el estomago
le erizó los pelos de todo el cuerpo, ¡se estaban cayendo!.
Comenzó a elevarse
del sillón, Marco trato frenéticamente de agarrarse a la oreja del
mismo y comenzó a gritar.
Estaba fuera de si,
el corazón le latía a toda velocidad, flotaba por la habitación
tratando de agarrarse a algo sin éxito, se estaba acercando al techo
y braceaba como un loco, en su interior algo esperaba el inminente
final, cuando la nave golpease contra el suelo. Cuando llegó al
techo, apoyó las manos en un intento desesperado de hacer algo por
salvar su vida, apretó fuertemente los dientes y cerro los ojos,
pero una imagen que se había colado en su retina, y unas décimas de
segundo después de haber cerrado los ojos había llegado a su
cerebro, le hizo volver a abrirlos, en el centro de la habitación
flotaba una masa informe translúcida, la observó anonadado y por
un momento se olvidó de la situación en la que se encontraba, se
preguntó qué sería aquello. En ese momento se escucho la relajada
voz de Megan.
- No te preocupes
Marcos, en unos minutos volveremos a poner en marcha el sistema.
- ¡Megan! ¡Megan!
- gritó Marco - ¡Haced algo! ¡nos estamos cayendo!
- ¿Cayendo? -
preguntó desorientada Megan - No Marco, es imposible que nos estemos
cayendo, no estamos cerca de ninguna masa, no estamos cayendo en
absoluto, simplemente ha habido una avería en el sistema de giro y
estamos en micro gravedad, ya he detectado el error y en unos minutos
reactivaré la gravedad artificial.
Marco se sentía
estúpido y confundido al mismo tiempo, allí asustado en el techo de
la nave había pensado que su vida había llegado al final. Contempló
la masa informe, que se había dividido en tres partes, una de las
cuales era prácticamente redonda y comprendió que era el agua que
unos momentos antes se encontraba en el interior de su vaso, aunque
este permanecía sobre la mesa sin verse afectado. Los únicos
objetos que flotaban eran las prendas de ropa, la tablet, el agua y
él, imaginó que los objetos de la nave en su mayoría estarían
diseñados para no flotar en caso de que ocurriera un incidente como
ese.
- Megan - llamó al
ordenador que inmediatamente le respondió.
- Dime Marco.
- ¿Que puedo hacer
mientras? ¿Cómo bajo de aquí?
- Puedes impulsarte
con las paredes para ir a cualquier parte - le respondió – Según
los datos que tengo de la Tierra, por lo visto, es un sensación
bastante agradable y la gente suele disfrutarlo.
El chico dudó unos
momentos, pero al fin decidió intentar llegar al sofá, se impulsó
fuertemente y cruzó velozmente la habitación chocando
aparatosamente con él y lastimándose una muñeca al intentar
detener el golpe, rebotó y avanzó mas despacio hacia la puerta del
baño, una vez allí, se agarró a ella. Volvió a impulsarse mas
suavemente, y flotó hasta el sillón como a cámara lenta, la
sensación le resultó maravillosa. Una vez perdido el miedo, se
dedicó a recorrer la sala de un lado a otro con suaves impulsos para
ir haciéndose con el manejo, le llamó la atención que no había un
arriba y un abajo, aunque visualmente la configuración de la
habitación mandaba la orden a su cerebro de cual era el techo y cual
el suelo, podía flotar en cualquier ángulo, que sentía exactamente
lo mismo. Aunque la sensación en el estomago de ir cayendo
persistía, ya no le era molesta. Se reía a carcajadas y jugaba
dándose impulso y probando nuevas piruetas. En un momento dado, se
cruzó con el agua que aun permanecía flotando por la sala, la tocó
con la mano, después la mordió y comprobó que podía beberla.
Había perdido la noción del tiempo y no sabía cuanto tiempo había
transcurrido, cuando se escuchó la voz de Megan.
- Marco, te
recomiendo que te agarres al sillón o te acerques al suelo, voy a
poner en marcha la rotación y aunque la aceleración es paulatina,
no quiero que puedas lastimarte.
- ¡Jo! - Se quejó
el chico - ¿No podías dejarlo durante un rato mas?
- Lo siento - Se
disculpó siempre amable - Pero es necesario recuperar cuanto antes
la pseudo gravedad y evaluar los daños, aunque las cosas esenciales
de la nave están preparadas para estos contratiempos, siempre algo
acaba por sufrir una rotura.
Marco, que ahora ya
sabia manejarse, se impulso hacia el sillón y se agarró a la mesa
para no volver a ascender, poco a poco fue consciente de su peso
corporal otra vez, la sensación en el estómago fue desapareciendo
hasta que su cuerpo volvió a hundirse en el mullido asiento. Se
escuchó el agua caer en alguna parte detrás de él y el sordo golpe
de la tablet al chocar con el suelo. Todo había acabado y volvía a
ser tan normal y aburrido como antes.
- ¿Como es que
tenía la sensación de estar cayendo Megan?
- Creo que eso es
mejor que te lo explique Set, aunque yo tengo los conocimientos no se
si sabré explicártelo para que lo entiendas.
A Marco le gustaba
hablar con Megan, sabia que su amabilidad era impuesta por la
programación, pero aún así disfrutaba de su conversación.
- inténtalo anda -
le pidió - si luego veo que algo no lo he entendido, le pediré a
Set que me lo aclare, bueno siempre y cuando no estés ocupada con
otras cosas.
- No te preocupes,
puedo atender a varias cosas a la vez, sin que mi capacidad se vea
reducida.
- Perfecto - dijo
entusiasmado - entonces empieza cuando quieras.
- Bueno Marco.. - en
ese momento el muchacho le interrumpió.
- Perdona un momento
Megan, una pregunta.
- Dime.
- ¿No podrías
aparecer en la pantalla? - le preguntó - Así no miraría al techo
cuando me hablas, se que no estás arriba, pero como el sonido viene
de allí, siempre acabo mirando hacia arriba.
- No tengo forma de
aparecerme - le dijo apenada - lo siento mucho, pero no soy mas que
un programa.
- Bueno, puedes
hacerte un muñeco o algo - le animó - así me haría a la idea de
que ese muñeco eres tu y me seria mas cómodo hablar contigo.
Hubo un pequeño
silencio y la pantalla se encendió y apareció la cara de una chica,
se notaba que no era mas que un dibujo, aunque era muy elaborado y
tenía cierto realismo.
- En tan poco tiempo
no puedo hacer nada mejor - la boca de la chica se movió con cierta
descordinación respecto al sonido - trabajaré para ir mejorándolo
y si te hace sentirte más cómodo apareceré siempre que hablemos.
- Me vale
perfectamente - dijo contento de poder dirigirse a algo que no fuera
el techo - ahora puedes explicarme lo de que me caía, porque te
prometo que yo creía que nos estábamos cayendo, no me he meado
encima de milagro.
- la razón por la
que tenias esa sensación, es porque cuando caes pasa lo mismo que
cuando estás en micro gravedad.
- No entiendo,
cuando caigo estoy cayendo y ahora lo que hacia era flotar no caer.
- Me refiero a la
fisiología de tu cuerpo - La imagen y el sonido de la pantalla eran
cada vez más coordinados, Marco apreció, que los rasgos del dibujo
mejoraban haciéndose cada vez más realista, pensó que seguramente
a la misma vez que le hablaba con el, estaría evaluando los daños
en la nave, quizás hablando con Set, mejorando el aspecto y la
coordinación de la imagen y quien sabía cuantas cosas mas.
- ... en el suelo -
Llegó a escuchar Marco.
- Perdona Megan,
estaba pensando en otra cosa y no te escuchaba.
- No te preocupes -
sonrío la imagen - ¿Por donde te has quedado?
- En lo de la no se
qué de mi cuerpo, vamos en el principio.
- Te decía que el
cuerpo experimenta lo mismo cuando caes, que cuando estás en micro
gravedad - entonces decidió cambiar de táctica - vamos a ver,
cuando estás en el suelo todo el peso de tu cuerpo recae sobre tus
pies, ¿Verdad?
- Si - dijo Marco.
- Y sobre ellos tus
piernas que soportan tu tronco, y dentro están tus órganos, digamos
que apilados los unos sobre los otros.
- Vale lo veo - Le
interrumpió Marco que ahora entendía por donde quería ir - lo que
me quieres decir es que cuando caigo, los órganos de abajo no
sienten el peso de los de arriba, y cuando se ha roto la máquina y
he empezado a flotar - dijo mientras hacía un gesto con la mano
simulando que flotaba - mis órganos tampoco tenían ese peso, ya que
flotaban también - terminó orgulloso de haber sido capaz de acabar
el razonamiento antes de que Megan acabara.
- Efectivamente
Marco.
- ¡Que movida! -
Exclamó - y entonces ¿la maquina esa como hace que ahora tengamos
gravedad?
- No tenemos
gravedad en la nave Marco - la imagen se dividió y en la mitad que
no ocupaba la cara de Megan, apareció la nave - En las partes
cilíndricas que giran al rededor de la parte alargada central, es
donde se simula la gravedad, en el resto de la nave no hay esa
simulación y están sin gravedad.
- ¡Anda mi madre! -
Volvió a exclamar - ¿Y como narices se simula la gravedad? -
preguntó.
- Girando –
respondió sin mas.
- Vale, con eso no
me aclaras nada – se quejó – ¿como girando consigues la
gravedad?.
- En realidad no
estás consiguiendo gravedad, al girar los cuerpos tienden a irse al
exterior por la inercia, es como cuando en una atracción de feria
que gira, tiendes a irte hacia fuera y acabas aplastado en el
lateral.
- Pero yo no estoy
aplastado en la pared, estoy con los pies en el suelo- Le rebatió.
- Adecuando la
velocidad de giro, puedes conseguir una fuera similar a la de la
gravedad, y el suelo que tu pisas es la parte externa de la nave -
entonces la parte de la que hablaba, comenzó a parpadear en la
imagen de la pantalla.
- ¡Ualá! - se
sorprendió – ¿Me quieres decir que estamos todo el tiempo dando
vueltas al rededor del centro de la nave y que debajo de mis pies no
hay nada? - Eso le producía una sensación de vértigo que no le
gustó nada.
- Pues me temo que
si Marco – le confirmó – Pero no tienes que preocuparte lo mas
mínimo, la nave está construida para aguantar perfectamente.
-
Pues me ha molado un montón el flotar por ahí, ya podías parar la
maquina de vez en cuando.
-
Eso no puedo hacerlo Marco, pero si puedes hablar con Set y que te
deje ir alguna vez a la zona central de la nave donde no hay
gravedad.
Marco
se levantó a recoger la tablet y comprobó que no se había roto, se
sentó en el sillón para seguir leyendo y le costó mucho volver a
concentrarse en el libro, estaba deseando hablar con Set y poder
volver a experimentar la micro gravedad.
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